Enmarcado dentro de los actos del Día Mundial del Riñón, la Fundación Renal ha organizado una visita de alumnos del Instituto Ezequiel González de Segovia al centro de diálisis Los Olmos, con el objeto de sensibilizar y fomentar la prevención de la enfermedad renal entre los jóvenes. Organizados en diferentes grupos, cerca de cien alumnos de 3º de la ESO y de los ciclos formativos de Sanidad (TCAE) han visitado el centro a lo largo de la mañana. Todos ellos han tenido oportunidad de conocer la enfermedad renal y la actividad de la Fundación y su atención integral a través de un vídeo que se les ha proyectado a la llegada, para posteriormente pasar a la sala de diálisis, donde el personal del centro Los Olmos les ha explicado en qué consiste el tratamiento de hemodiálisis, como funcionan «el riñón artificial», la importancia de la desinfección, y otros muchos aspectos del día a día de su trabajo que sitúa al paciente en el centro de su atención.

Los alumnos de los ciclos formativos de sanidad han podido asistir también a la simulación de una conexión y desconexión de un paciente a su máquina de diálisisPor su parte Mario Hernán Gómez, paciente trasplantado les ha relatado su experiencia desde el inicio de la enfermedad y les ha explicado la importancia de contar con una atención personalizada, humanizada e integral como la que él ha recibido cuando fue paciente de la Fundación Renal, hasta que finalmente le llegó el trasplante.

Con esta iniciativa la Fundación quiere dar a conocer la enfermedad y alertar sobre la elevada tasa de crecimiento que está registrando en los últimos años, llegando a afectar a casi un 15% de la población mundial, y situándose, según la OMS, entre las diez enfermedades que más mortalidad causa en el mundo. Asimismo, se pretende fomentar su prevención alertando sobre los factores de riesgo y animando tanto a los jóvenes como a toda la población a seguir el decálogo de prevención que pasa por llevar unos hábitos de vida saludables con una dieta sana, ejercicio físico, evitar el tabaco y el alcohol, controlar el nivel de azúcar, la tensión y la obesidad y hacerse una revisión anual en la que se incluya la medición de los valores de creatinina y proteinuria para conocer el estado de la salud renal.