Fallados los galardones a las mejores investigaciones nefrológicas de 2018:

Categoría investigación básica: Un organoide de riñón

El primer organoide de riñón es similar a un riñón en sus primeras semanas de gestación y lo ha conseguido el equipo liderado por Nuria Montserrat Pulido del IBEC (Instituto de Bioingeniería de Cataluña). Su trabajo “La regulación fina del medio extracelular permite la formación de organoides de riñón a partir de células madre” se ha llevado el XXXI Premio Íñigo Álvarez de Toledo a la investigación básica o experimental. El vocal del comité evaluador José María Mato de la Paz, destaca el ingenio de desarrollarlo con hidrogeles: “Hay organoides de otros tejidos, pero el riñón es complicado y lo han hecho muy bien. Esto permitirá contestar muchas preguntas en nefrología”.  Un organoide es la versión miniatiruzada y simplificada de un órgano generado in vitro.  Al tratarse de tejidos similares, en él se puede estudiar la formación del riñón, cómo se regenera, reproducir una enfermedad para estudiarla, probar un medicamento…  La decisión del comité evaluador ha sido unánime. 

Categoría investigación clínica: “La nueva generación en el diagnóstico molecular genético en nefrología”

Elisabeth Ars Criach, del Laboratorio de Biología Molecular Servicio de Laboratorio y Nefrología Fundació Puigvert, encabeza el trabajo “Un panel de genes de enfermedad renal permite un diagnóstico genético exhaustivo de enfermedades renales quísticas y glomerulares hereditarias”. En él se determinan agrupaciones de genes que se asocian a enfermedades nefrológicas hereditarias con lo que se simplifica la forma de hacer los test genéticos, se abarata el coste del diagnóstico y se hace más accesible esta tecnología al nefrólogo clínico. José María Portolés, miembro del comité  señala que “no sólo permite conocer qué genes se asocian a esas enfermedades, sino que se va a trasladar a la clínica en un corto periodo de tiempo; por lo pronto en el diagnóstico, más adelante permitirá ayudar a identificar dianas terapéuticas.” El trabajo se ha publicado en Kidney International, una revista de máximo prestigio que además le dedica el editorial con esta valoración: “ha llegado el momento de la nueva generación en el diagnóstico molecular genético en nefrología”.

Categoría enfermería nefrológica y humanización: La percepción de los portadores de catéteres

“La experiencia de ser portador de un catéter venoso central para hemodiálisis: Estudio cualitativo” presentado por Miriam Álvarez Villarreal (Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla) describe que los pacientes prefieren el catéter a la fístula como acceso vascular para evitar el dolor y por encima de su aspecto físico. El trabajo abre mucho camino en cuanto a lo que la enfermería puede aportar al paciente en la toma de decisiones. En palabras de la representante del comité Rosa Alonso Nates “invita a trabajar más sobre la enseñanza de que si bien el catéter es más cómodo porque no hay que pinchar, a la larga tendrá una peor supervivencia por las complicaciones inherentes a los propios catéteres.” Un trabajo novedoso que pone voz al paciente.

Esta XXXI edición de los Premios Íñigo Álvarez de Toledo coincidía con la elección del Proyecto Luis Hernando para Investigadores Jóvenes de carácter bienal. Esta ayuda se ha concedido al trabajo “Búsqueda de microRNAs reguladores de la vía RANK/RANKL/OPG/LGR4 como biomarcadores tempranos de mineralización (calcificación) vascular y desmineralización ósea” presentado por Sara Panizo García, del Instituto de Investigación sanitaria del Principado de Asturias (ISPA). A través de los microRNA consiguen identificar aquellos pacientes con más predisposición a tener calcificaciones renales y profundiza en aspectos patogénicos como el modo de formación. “Hay mucha investigación en calcificaciones vasculares, pero no hay un gran remedio y producen mucha morbilidad y mortalidad. Con estos micromarcadores pemiten establecer riesgos de pacientes y al predecir se puede actuar”, explica Santiago Lamas (vocal de la comisión evaluadora correspondiente)

El Proyecto de Aplicación Práctica en Nefrología se ha declarado desierto: “Se han presentado proyectos que científica y técnicamente son notables, tienen calidad, pero adolecen del requisito de esta categoría, su aplicabilidad” (Juan Viña Ribes, vocal del comité evaluador)

Creados en 1989, los Premios Íñigo Álvarez de Toledo (PIAT) son el mayor reconocimiento que se otorga en nuestro país a la investigación relacionada con la patología del riñón. Cada año, un jurado presidido por Dra. Margarita Salas se encarga de seleccionar la mejor investigación básica, clínica y de enfermería (publicada o inédita) realizada el año anterior. (bases)

El Proyecto Luis Hernando tiene como objetivo financiar un proyecto cuyo investigador principal haya obtenido el grado de doctor en los últimos 10 años y actualmente esté desarrollando su labor en España. (bases)

La ayuda a Proyectos de Aplicación Práctica tiene como objetivo financiar un proyecto de investigación del ámbito tecnológico para la obtención de productos de aplicación en la práctica clínica a corto plazo. (bases)