La Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo y la Federación Nacional de Asociaciones ALCER convocan las Ayudas al estudio 2022-2023 para personas con enfermedad renal crónica, que este año alcanzan su sexta edición, y cuyo objetivo es facilitar el acceso a la formación reglada de este colectivo.

Los requisitos para optar a estas ayudas son, estar en tratamiento renal sustitutivo o ERCA y estar cursando estudios secundarios, (ESO, FP o Bachillerato) o estudios universitarios. Se podrán solicitar a partir del día de hoy a través de la página web de ALCER www.alcer.org,. El plazo de solicitud finaliza el  31 de octubre y el resultado de la selección se dará a conocer a los beneficiarios el 30 de noviembre.

En las cinco ediciones anteriores se otorgaron 47 ayudas a otros tantos enfermos renales, siendo 15 de ellas continuistas.

En las cinco ediciones anteriores se han beneficiado un total de 47 alumnos, 6 de los cuales han finalizado ya sus estudios. Un estudiante ha finalizado el grado de Medicina, otro el de Biología, dos han terminado Magisterio, uno Bachillerato y el sexto sus estudios de FP de panadería.

La Fundación Renal, que financia este programa, destina un total de 6000 euros anuales. Los estudiantes universitarios fueron los que mayoritariamente recibieron este apoyo, un 57% del total. Los importes concedidos se han destinado fundamentalmente a colaborar en los gastos de alojamiento, transporte o material didáctico.

Cristina Sanz, directora general de la Fundación Renal, pone de relieve “la importancia del trabajo conjunto entre ALCER y la Fundación en pro de la formación y la inserción laboral de las personas con enfermedad renal”, y asimismo, resalta “el ejemplo de superación de los beneficiarios de las ayudas, seis de los cuales han finalizado ya sus estudios y están ya en condiciones de incorporarse al mercado laboral”.

Por su parte Daniel Gallego, presidente de Federación Nacional de Asociaciones ALCER señala que “Agradecemos enormemente a la Fundación Renal su compromiso y colaboración,  fomentando la plena inclusión social y laboral de las personas con enfermedad renal, ayudando a la continuidad y finalización de sus estudios, para que finalmente puedan acceder al mercado laboral con garantías de encontrar un empleo, incluso en diálisis o trasplante renal.”