En Panamá, donde el 10 % de la población sufre de enfermedad renal crónica, las cifras oficiales indican que entre 60 y 70 pacientes son diagnosticados mensualmente con esta enfermedad. Por ello, se hace indispensable crear conciencia para evitar su avance. Es cada vez más evidente la necesidad de realizarse exámenes de sangre u orina para descartar una enfermedad que, poco a poco, daña el riñón. De esta manera, se puede evaluar si el riñón está cumpliendo su función de filtrado y si hay presencia de albúmina, una proteína producida por el hígado, cuyos niveles bajos pueden también indicar un padecimiento renal.
Atrás quedaron los viejos equipos que ya habían cumplido su periodo útil. Ahora, los nuevos equipos funcionan mediante un sistema de tratamiento para la depuración de la sangre y ultrafiltración en pacientes con insuficiencia renal crónica. Además, cuentan con un sistema modular que permite adaptar el equipamiento a las necesidades reales, ofreciendo flexibilidad en los tratamientos.
La tecnología de avanzada y los insumos de hemodiálisis se encuentran disponibles desde el pasado diciembre en la Sala de Hemodiálisis del Hospital Pediátrico de Alta Complejidad de la Ciudad de la Salud, así como en las salas de hemodiálisis de la Caja de Seguro Social. Es muy importante saber que no se trata solo de un cambio de tecnología, sino también de la garantía de que todo el equipo clínico de las diferentes salas de hemodiálisis está recibiendo entrenamiento para el conocimiento y manipulación de esta nueva tecnología, y para un mejor trato al paciente.