Licenciada en Química por la Universidad Complutense de Madrid, esta asturiana revolucionó la genética con su descubrimiento de la enzima Phi29 ADN polimerasa que abría la puerta a la reproducción de ADN a partir de muestras mínimas.
Su currículum pasa por trabajos de investigación en la Universidad de Nueva York con el Premio Nobel Severo Ochoa, por el CSIC, el Centro de Biología Molecular y otras instituciones como la Real Academia de la Lengua o el Instituto España. Acumula reconocimientos como la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, las Medallas de Oro del Principado de Asturias, de Madrid y de la Universidad Complutense, o el Premio Inventor de la Oficina Europea de Patentes que recibía este mismo año.
Entre sus muchos más méritos nos toca de cerca su compromiso con la investigación nefrológica, a la que no dudó impulsar con su prestigio y criterio investigador. Durante los últimos 10 años Margarita Salas presidió el Jurado de los Premios a la Investigación Nefrológica que cada año otorga la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo.
Persona de principios, Margarita Salas también puso su visibilidad e influencia al servicio de causas como el papel de la mujer en la investigación, los derechos de los investigadores y la pérdida de talento con el éxodo de nuestros jóvenes científicos.
Hoy ha fallecido en Madrid a los 80 años de edad, dejando para siempre toda una vida de logros. Para siempre nuestro agradecimiento.