Lola Arenas, nefróloga y directora asistencial de la Fundación Renal Española: «Las sopas de sobre tienen un contenido muy alto en sal que no le hace bien al riñón»

La enfermedad renal crónica continúa ganando terreno en Galicia. De acuerdo con los datos del registro de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y la Organización Nacional de Trasplantes, la comunidad se sitúa como la quinta con mayor tasa de prevalencia, solo por detrás de Canarias, Aragón, Asturias y Cataluña. En total, cerca de 4.100 gallegos necesitan ya tratamiento renal sustitutivo para suplir la función de sus riñones. Para evitar llegar a este punto, Lola Arenas, nefróloga y directora asistencial de la Fundación Renal Española, pone el foco en el papel de los buenos hábitos de vida.

—La Organización Mundial de la Salud reconoció la enfermedad renal crónica como un problema de salud pública global. ¿Qué cifras justifican esta etiqueta?

—Lo es porque hay un 15 % de la población que tiene enfermedad renal. Uno de cada siete españoles, en concreto, la tienen.

—Entiendo que parte del problema es que, al principio, es una patología silenciosa.

—Sí. Es una enfermedad que durante las primeras etapas no da síntomas. Un riñón puede estar afectado, funcionar un 20 % y no dar ningún tipo de alerta. Lo importante es detectar precozmente esta enfermedad. Aunque el riñón esté dañado inicialmente y no dé síntomas, la forma de hacerlo es de una manera muy sencilla. Con una analítica de sangre para medir la creatinina y una analítica de orina para medir la proteinuria. Con esto, nosotros ya sabemos si un riñón está bien o está mal, y el riesgo que tiene ese paciente a nivel cardiovascular.

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La voz de la salud: Lola Arenas: "La salud de los riñones comienza en el plato"