La primera vez que se biopsió un riñón en España fue a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. En 1958, aquellas primeras experiencias que habían empezado en la Fundación Jiménez Díaz, fueron recopiladas y contadas en la Revista Clínica Española. El primer artículo fue firmado por dos catedráticos de Urología y de Patología y Clínica Médica, porque por entonces la nefrología era una necesidad que empezaba a intuirse, pero no una realidad. Sesenta y siete años después, esta especialidad dedicada al riñón ha logrado sentarse por primera vez en la Real Academia Española de Medicina. Reposará su conocimiento sobre el sillón número 33 y estará representada por una mujer, Ana María Sánchez Fructuoso, jefa del servicio de Nefrología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y profesora titular de Medicina en la Universidad Complutense. Tras una vida especializándose en el trasplante de riñón, acerca ahora su conocimiento a la gran academia.
En este entrevista, podrás conocer el papel de los nefrólogos.
