Antía Márquez tiene 12 años y vive con enfermedad renal crónica (ERC), una afección que le diagnosticaron a los 18 meses de su nacimiento y que -desde ese momento- ha convertido su vida y la de su familia en un periplo dominado por la incertidumbre y la lucha por poder llevar una vida más parecida a la de una niña de su edad.
