La ingesta indiscriminada y sin supervisión médica de estos complementos puede acarrear daños graves para la salud

Están de moda y quedan al alcance de todos los públicos. Desde la farmacia, hasta el supermercado, pasando por el gimnasio o las grandes plataformas de comercio electrónico, la fiebre por el consumo de suplementos de proteínas es una realidad en nuestro país que comienza a inquietar a los profesionales de la sanidad, ya que, en la mayoría de los casos, se toman de forma rutinaria y sin ninguna supervisión médica, lo que puede poner en riesgo la salud, sobre todo cuando se usan a edades muy precoces o en personas con patologías de base.

Tal y como explica el nefrólogo, «los suplementos de proteínas son seguros, pero solo cuando se emplean por un motivo médico o bajo supervisión de un especialista. Nunca deben ser empleados porque nos lo recomienda el monitor del gimnasio, un conocido o alguien al que seguimos en redes sociales. Eso es muy peligroso porque, probablemente, no sabemos si nuestros riñones funcionan bien, mal o regular».

La Razón: La peligrosa moda de los suplementos de proteínas