«Autonomía» y «calidad de vida» son las principales «ventajas» que han encontrado, los protagonistas de este reportaje, en la diálisis domiciliaria, una opción tan válida y «segura» —insisten, también, los especialistas consultados— como hacer el tratamiento en el hospital: «Siempre hay una formación previa, y el seguimiento es continuo»
«Dializarme en casa ha supuesto, para mí, un cambio total. Puedo hacer todo lo que quiero. Tengo calidad de vida. Y tengo total confianza, porque me han preparado, me han entrenado, de forma individualizada, para responder ante cualquier alarma que me salte. También tengo a quien recurrir, en cualquier momento, si me surge alguna duda al respecto. Me encuentro segura, no hay problemas ni miedos. Y, si en algún momento quiero cambiar, por el motivo que sea, puedo volver a hacer el tratamiento en el hospital. No es una decisión inamovible». Yolanda Paz, de 44 años, resume así su experiencia como paciente de hemodiálisis domiciliaria. Un tratamiento que recibe desde «mayo de 2024» y que, hace hincapié, le ha cambiado «totalmente la vida», después de haber perdido ambos riñones, tras someterse a una cirugía por una infección renal.
