La nueva edición del programa de ayudas al estudio de la Fundación Renal Española marca un hito en su trayectoria: este año se han duplicado los beneficiarios, pasando de 12 a 23 estudiantes apoyados, y se ha incrementado un 50% la dotación económica destinada al programa. Un impulso que refuerza el compromiso de la entidad, en colaboración con la Federación ALCER, con la educación de las personas con enfermedad renal crónica en tratamiento sustitutivo o en situación de ERCA.
En esta novena convocatoria se han otorgado 8 ayudas de continuidad, dirigidas a quienes ya contaron con este respaldo en cursos anteriores, y 15 nuevas ayudas para estudiantes que acceden por primera vez al programa. Entre los 23 beneficiarios, 8 cursan estudios universitarios, 7 están matriculados en ESO, 3 en Bachillerato, 4 siguen un grado superior de Formación Profesional y 1 en educación especial.
El crecimiento de esta edición se suma al impacto acumulado de este programa a lo largo de los años. En las ocho convocatorias previas se concedieron 86 ayudas, de las cuales 31 fueron de continuidad. El perfil mayoritario continúa siendo el del alumnado universitario, que representa el 45% del total. La Fundación Renal Española destina ahora 9.000 euros anuales, con ayudas que oscilan entre 250 y 1.000 euros, adaptadas a la situación socioeconómica y las necesidades académicas de cada beneficiario. Los fondos apoyan gastos esenciales como alojamiento, transporte y material educativo.
Un año más, la Fundación Renal Española y ALCER avanzan juntas para facilitar que los estudiantes con enfermedad renal crónica puedan continuar su formación y mejorar sus oportunidades laborales futuras. Cristina Sanz, directora general de la Fundación Renal Española, destaca que este incremento en el alcance del programa “refuerza la apuesta por la capacitación y la integración laboral de las personas con enfermedad renal y reconoce el esfuerzo de unos estudiantes que avanzan con determinación hacia su futuro profesional”. En la misma línea, Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional ALCER, subraya que “este compromiso es fundamental para favorecer la inclusión social y laboral, garantizando que quienes conviven con enfermedad renal puedan continuar y finalizar sus estudios, incluso en diálisis o tras un trasplante”.
