La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe Health Systems and Policy Monitor, afirmó que el Sistema Nacional de Salud español «se desempeña bien en comparación con la Unión Europea». No obstante, matizó que en España persisten «algunas brechas en el acceso y la eficiencia técnica del sistema», destacando las dificultades para acceder a la atención primaria y la «gran necesidad de profesionales sanitarios». Esto convierte la sanidad española en «prácticamente» universal, sin llegar a serlo del todo.

En este mismo informe se destaca la esperanza de vida española, que se sitúa en torno a los 83,2 años, por encima de la media europea. Sin embargo, los expertos denuncian los graves desfases que se producen en esta materia entre las personas más pudientes y las que se ven sometidas a condiciones socioeconómicas más difíciles. David Arroyo, nefrólogo del Hospital Gregorio Marañón, habla con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA sobre cómo el estatus social y el barrio donde viven puede llegar a determinar la salud de los vecinos de una ciudad como Madrid.

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