En la Fundación Renal Española alientan el rol activo del paciente, para ofrecer una mayor calidad de vida. Sin embargo, solo un 10% escoge tratarse en el hogar.
Francisco entra con cierta incredulidad a la sala de entrenamiento de la Unidad de Cuidados de Transición. Allí va a tomar contacto con la hemodiálisis domiciliaria: es decir, va a aprender cómo usar una máquina que haga las veces de riñón en la comodidad de su
propia casa. Fotógrafo de profesión acude de lunes a sábado a dializarse al Centro Los Llanos III en Alcorcón (Madrid). «Antes venía tres veces a la semana. pero pedí venir más días y menos tiempo porque me agota menos y así tengo más tiempo libre el resto del día», explica su cambio a la nefróloga María Dolores Arenas. Ella quiere indagar en las razones por las que acude al centro y no lo hace en casa. «Por el perfil que tiene, podría ser candidato», incide.


