El hospital de Cruces es el centro de referencia del norte para el trasplante renal pediátrico. Realiza entre 6 y 8 al año, el último hace unos días a una niña de 9 años

La familia de Leire, una sonriente niña de 9 años, no olvidará nunca la noche del 4 de julio. Minutos antes de las diez de la noche de aquel viernes Georgina Rodríguez, su madre, se disponía a preparar la cena cuando le sonó el teléfono. «Era un número de móvil que no tenía grabado. Era tarde para una llamada comercial y empecé a sospechar quién podía ser», recuerda. Contestó. Al otro lado de la línea le hablaba un integrante del equipo de coordinación de trasplantes del hospital de Cruces. Era la llamada que llevaban esperando casi cinco meses. Una familia de Barcelona había donado los órganos de su hijo fallecido . Había un riñón compatible con Leire. El trasplante era el tratamiento indicado para que esta pequeña pudiese superar su enfermedad renal crónica avanzada y poder disfrutar de una vida normal.

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El Correo: Un riñón para llenar de vida a Leire