El IX Congreso FEDE, que se celebró en Barcelona el 3 y 4 de octubre, contó con un taller enfocado en la interconexión entre los sistemas cardiovascular, renal y metabólico para concienciar sobre la necesidad de un abordaje multidisciplinar
Se calcula que 589 millones de adultos en todo el mundo viven con diabetes, y más del 90% de los casos corresponden a tipo 2, según el Atlas de la Diabetes. El desarrollo de la diabetes tipo 2 (DM2) está condicionado por la predisposición genética y factores ambientales, entre los que destacan la inactividad física2 y los antecedentes de diabetes gestacional en mujeres, que aumentan el riesgo de padecerla en el futuro. También las personas con prehipertensión o hipertensión presentan mayor probabilidad de desarrollarla.
“La diabetes tipo 2 está profundamente interconectada con las enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas, lo que exige un enfoque integral que vaya más allá de tratar cada patología de forma aislada. Siempre abogamos por la importancia de conocer e identificar los factores de riesgo que favorezcan un diagnóstico temprano que permita actuar a tiempo”, señala Arantxa García, directora de medicina de la franquicia cardiovascular, renal y metabólica de Boehringer Ingelheim.
