La Fundación Renal Española organiza un curso pionero que analiza la importancia del agua de diálisis desde diferentes ámbitos y del que recogemos tres principales conclusiones: 1) la calidad del agua es una responsabilidad compartida por todo el equipo, todos los profesionales deben trabajar de forma coordinada para mantenerla; 2) sin agua segura no hay diálisis posible, estar preparados ante las posibles catástrofes no es una opción, es una responsabilidad si queremos salvar vidas, 3) cada litro de agua cuenta, la sostenibilidad puede integrarse en la práctica diaria de la diálisis sin perder calidad asistencial
La Fundación Renal Española ha organizado un curso pionero que analiza la importancia del agua en hemodiálisis desde diferentes ámbitos como la seguridad del paciente, la sostenibilidad o la respuesta ante catástrofes. Esta iniciativa, de la que se ha celebrado la segunda edición, reúne por primera vez en España a todos los sectores implicados en un proceso tan desconocido e invisible como trascendente y fundamental para la calidad de vida de las personas con enfermedad renal. La jornada reunió, en las instalaciones cedidas por el Hospital Universitario Fundación Alcorcón, a más de un centenar de profesionales que participaron en este II Curso de Actualización en Tratamiento de Agua para Hemodiálisis, un encuentro multidisciplinar que ha dado respuestas a preguntas tan importantes como ¿qué hacer para garantizar el agua en una posible catástrofe?, ¿cómo podemos optimizar su consumo para hacer una diálisis más sostenible?, ¿qué factores hay que tener en cuenta para garantizar las máxima calidad?
El agua, un factor de seguridad vital
Durante la primera mesa, los expertos pusieron de relieve que el agua, aunque invisible para la mayoría, es un elemento vital en la diálisis y recordaron que cada persona en hemodiálisis está expuesta a más de 100.000 litros de agua al año. Cualquier contaminación química o bacteriana puede provocar complicaciones graves, desde inflamación crónica hasta problemas cardiovasculares. La conclusión fue clara “agua de calidad es igual a diálisis segura”
La mesa estuvo moderada por Mercedes Salgueira del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla y contó como participantes con Rafael Pérez García y Patricia de Sequera, ambos del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, Enrique Gruss de la Fundación Hospital Alcorcón y Lola Arenas de la Fundación Renal Española.
En sus intervenciones todos coincidieron en que incluso pequeñas trazas de contaminación pueden desencadenar complicaciones en las personas con enfermedad renal crónica, de ahí la prioridad del control y la monitorización continua. Evitar los contaminantes, lograr un agua ultrapura, disponer de informes del agua y realizar controles periódicos, fueron algunas de las medidas planteadas por los participantes para asegurar la trazabilidad y la vigilancia continua y con ello garantizar la seguridad del paciente en la práctica clínica. Por su parte, Lola Arenas insistió en que la seguridad del agua es una responsabilidad compartida por todo el equipo y que todos los profesionales de cada Unidad o Centro de Diálisis deben trabajar de forma coordinada para mantenerla.
Sostenibilidad y eficiencia: un compromiso compartido
En la mesa de eficiencia y sostenibilidad, moderada por Marta Arias Guillén del Hospital Clínic de Barcelona, participaron Rodrigo Martínez Cadenas del programa europeo KitnewCare, Chantal Vila de Braun, Carles Merino de Fresenius Medical Care, Jesús Portillo y Julia Audije de la Fundación Renal Española. Todos coincidieron en la necesidad de avanzar hacia una diálisis más respetuosa con el medio ambiente mediante medidas de impacto inmediato en agua y energía como la reutilización del agua de rechazo de la ósmosis inversa para riego o limpieza, aumento de la tasa de recuperación de las plantas bombas controladas por frecuencia, desinfección térmica optimizada o tecnologías que alargan la vida útil de los equipos. Además, los participantes proponen optimizar el flujo de dializado para reducir consumo sin comprometer la dosis, así como gestionar envases y suministros con criterios de huella ambiental y usar calculadoras para estimar la huella de carbono y la huella hídrica de las unidades. La conclusión de los ponentes ha sido que cada litro cuenta y que la sostenibilidad puede integrarse en la práctica diaria de la diálisis sin perder calidad asistencial
Preparados ante catástrofes: un reto ineludible
Uno de los debates más preocupantes giró en torno a la respuesta en situaciones de emergencia. Cada sesión de diálisis requiere más de 120 litros de agua ultrapura, lo que convierte a las plantas de tratamiento en el eslabón más crítico. Casos recientes como apagones, inundaciones, incendios o ciberataques han evidenciado la fragilidad del sistema.
En esta mesa sobre la respuesta ante posibles catástrofes, moderada por Lola Arenas, intervinieron Itxiar Castaño del Complejo Hospitalario de Navarra, Shaira Martínez de Diaverum, Jesús Hernández Vaquero del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla y Xavier Berlanga de Palex. El debate arrancó con la pregunta clave de la Dra. Arenas “¿están preparadas nuestras plantas de agua para una catástrofe?” para subrayar la necesidad de planes de contingencia específicos en cada unidad. Berlanga recalcó que “cada centro debe conocer a fondo sus instalaciones y, desde ahí, actuar”, mientras que Hernández Vaquero insistió en “analizar las vulnerabilidades del sistema y su posible impacto sobre la continuidad asistencial”. Shaira Martínez aportó una visión operativa: “no pensar solo como nefrólogos, porque gestionar emergencias exige también habilidades de logística y comunicación”.
Entre las medidas concretas, se planteó la importancia de contar con contar con doble ósmosis, con generadores propios, y reservas de agua así como la necesidad de realizar simulacros, de elaborar planes de contingencia, y de protocolizar la coordinación interinstitucional con las autoridades sanitarias para garantizar la continuidad de los tratamientos incluso en contextos extremos. La sesión cerró con una idea fuerza: estar preparados no es una opción, es una responsabilidad si queremos salvar vidas, porque sin agua segura no hay diálisis posible.
Diseño, calidad y prevención: claves técnicas del curso
Además de los aspectos más divulgativos, el curso profundizó en áreas técnicas igualmente decisivas. Una primera mesa sobre la calidad del agua abordó el diseño y la innovación en los sistemas de tratamiento de agua, revisando los componentes técnicos y las nuevas tecnologías disponibles para garantizar estándares de seguridad. Estuvo moderada por Jesús Portillo de la Fundación Renal Española y contó con las intervenciones de Jesús García de Nipro Medical Europe, Ander Vidaur de Fresenius Medical Care, Matías Dulce de Braun y Luis Pérez Palex.
En una segunda mesa sobre la calidad del agua, se establecieron los criterios microbiológicos y químicos imprescindibles, así como los procedimientos de monitorización adecuados para asegurar estándares sólidos de calidad. Esta mesa estuvo moderada por Ovidio Gallego de Nipro Medical Europe, y participaron como ponentes Pedro Enrique Sobrino Pérez del Hospital de la Princesa de Madrid, Itziar Castaño del Complejo Hospitalario de Navarra, Fabiola Dapena de la Fundación Renal Española y Alfonso Sánchez de Fresenius Medical Care.
Por último, el programa abordó las medidas de prevención necesarias para evitar la contaminación del agua y del líquido de diálisis. Para ello, la moderadora Itziar Castaño, y los ponentes Ovidio Gallego, Mercedes Salgueira, Mari Luz Sánchez de la Fundación Renal Española y Emilio Fernández de Tecnofar, pusieron el foco en la prevención de la contaminación y en las respuestas ante incidentes, ofreciendo estrategias prácticas para identificar riesgos, evitar fallos en el circuito y reaccionar de forma rápida ante cualquier problema en la planta de agua o en el líquido de diálisis. Estos contenidos reforzaron la visión integral del curso, que combina seguridad clínica, innovación tecnológica y gestión operativa.
Un reto compartido, una responsabilidad de todos
El programa finalizó con una sesión de prácticas llevada a cabo en nuestro centro de diálisis Los Llanos III de Alcorcón en la que los participantes tuvieron oportunidad de conocer “in situ” nuestra planta de agua y su funcionamiento, asistir a una toma de muestras, tanto del anillo como del monitor o diseñar una planta de agua en función de la localidad donde se vaya a instalar y a las características del agua de aporte. Para ello tuvieron que tomar decisiones dependiendo de que la planta se instalase en Ourense, Alicante o Menorca.
El curso, coordinado por Lola Arenas y Jesús Portillo, se celebró con la colaboración del Hospital Universitario Fundación Alcorcón que nos cedió sus instalaciones, y contó con especialistas de toda España en nefrología, enfermería, microbiología, ingeniería y gestión sanitaria. La Fundación Renal Española reafirmó así su compromiso con la seguridad de los pacientes, la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental, dando visibilidad a un aspecto crucial y poco conocido de la diálisis: el agua.










