Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca, analiza los desafíos de las patologías cardio-renal-metabólicas para el sistema sanitario
Más de la mitad de los españoles padece al menos una enfermedad crónica(1), y entre las patologías más prevalentes y desafiantes se encuentran las enfermedades cardio-renal-metabólicas (CaReMe): la diabetes tipo 2, la insuficiencia cardiaca o la enfermedad renal crónica(2). A ellas se suman otras patologías menos frecuentes, pero igualmente graves, como la amiloidosis(3), que comparten un factor común: su impacto progresivo y multisistémico, que compromete seriamente la calidad de vida de los pacientes y tensiona la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Cada año, alrededor de 20 millones de personas fallecen en todo el mundo a causa de estas enfermedades, convertidas en la principal causa de muerte global(4).
La interrelación entre ellas, actuando a menudo como comorbilidades o factores de riesgo cruzados, refuerza la necesidad de un nuevo modelo de atención sanitaria: uno que sea integral, coordinado y que apueste decididamente por el diagnóstico precoz y el abordaje multidisciplinar.