Un aditivo alimentario es una sustancia que es añadida intencionadamente a los alimentos y bebidas con el objetivo de modificar sus caracteres organolépticos, facilitar o mejorar su proceso de elaboración y/o conservación. Estos se encuentran en la lista de ingredientes como E-XXX, pueden ser derivados de animales vegetales o de síntesis artificial.
El fósforo, potasio y sodio pueden formar parte de estos aditivos y, además, al ser inorgánicos, se absorberán en nuestro organismo al 90-100%. Por ello hay que limitar su consumo. Es conveniente evitar comprar aquellos alimentos ultraprocesados que contengan alguno de los siguientes aditivos:
- E 338 → Ácido fosfórico
- E 339 → Fosfatos de sodio
- E 340 → Fosfatos de potasio
- E 341 → Fosfatos de calcio
- E 343 → Fosfatos de magnesio
- E 450 → Difosfatos
- E 451 → Trifosfatos
- E 452 → Polifosfatos
Cuanto más procesado es un alimento, más probabilidad hay de que en su composición se encuentren estos aditivos. Por ello hay que tener especial cuidado con alimentos ultraprocesados y prestar atención al etiquetado de los alimentos.