Con tres riñones, dos suyos y uno de su hermana, encontró en el deporte su mejor medicina: «Me sentía menos enferma»
Tras nacer Elena Román, los médicos descubrieron que sus riñones eran más grandes de lo común y, a los nueve meses, le diagnosticaron poliquistosis renal autosómica recesiva (PQRAR), un trastorno genético que provoca la formación de quistes dentro de los riñones y los agranda. Esta enfermedad afectó a su función renal y a su vida diaria. Realizar deporte desde sus cinco años alargó la longevidad de sus riñones hasta sus 32, cuando fue trasplantada.
